Procedimientos concursales inútiles
Más de una vez se ha puesto en duda la eficacia de los procedimientos concursales para conseguir lo que sería su objetivo principal: ayudar a las empresas en concurso a superar la crisis.
Recientemente ha finalizado un Congreso de Autidores Judiciales y Forenses, donde se ha hecho público un dato relevante: El 90% de los concursos de acreedores acaba en liquidación.
Según esta misma fuente, el número de concursos de personas físicas estaría aumentando según un 72% de los expertos consultados, y según este panel de expertos, las empresas concursadas son de menor tamaño y tanto el volumen de los activos como del endeudamiento de estas empresas estaría bajando por la mejora de la economía. Además, un 50% ve mejoras en los concursos actuales porque tienen un menor efecto sobre el número de EREs.
El panel de expertos perteneciente al Registro de Auditores Judiciales y Forenses (RAJ) del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, compuesto por 43 auditores conocedores de la realidad y evolución de los procesos concursales, ha respondido a una encuesta de coyuntura sobre la evolución de estos procesos concursales que afectan a nuestro país, entre los meses de abril y agosto de 2018. Los expertos coinciden en que el 90% de los concursos de acreedores acaba en liquidación y cerca de un 70% concluye porque no hay activos que liquidar y pagar a los acreedores societarios. Las empresas que entran en este proceso probablemente lo hacen demasiado tarde, haciendo casi imposible revertir la situación de crisis en la que han entrado.
Con los datos obtenidos, presentados en el I Congreso Nacional del RAJ-Foro Concursal en Aranjuez, el 72% de los encuestados cree que el número de concursos de personas físicas estaría aumentando (un 33% piensa que crece de manera importante y un 39% que lo hace levemente), mientras que el resto cree que baja ligeramente. Este hecho puede deberse a que esta figura, relativamente nueva, va siendo conocida por los concursados o por los abogados que les asesoran, incrementándose así su uso, incluso en situación de mejora relativa de la situación económica general.
Según este panel de auditores, las empresas concursadas son de menor tamaño y tanto el volumen de los activos como del endeudamiento de estas compañías estaría bajando por la mejora de la economía. Así lo estima una amplia mayoría de auditores en lo relativo a los activos, 79% (más un 18% adicional que piensa que las empresas concursadas tienen más o menos el mismo tamaño que las concursadas un año antes). En términos de pasivos, el 66% ve también un menor volumen en los mismos, de los cuales 9%, de manera más optimista cree que la disminución del volumen de deuda por empresa concursada ha descendido de manera muy importante. Por el contrario, un 19% ve el tamaño de la deuda de manera más o menos similar y sólo un 15% cree que podría estar aumentando.
Vistos los datos estadísticos, suscribo completamente la opinión de mi compañero Juan Sánchez-Calero Guilarte en su blog, que concluye con un mensaje muy claro: "Estamos ocupando a nuestros Tribunales en procedimientos terminales y vacíos de contenido, plagados de insatisfacción para cuantos participan en los mismos. Este es un gran problema y su solución no está sólo en el Derecho concursal."